Para iniciar este año la celebración de mi “L aniversario de mii bautismo en el Espíritu Santo”, invitado por el Cardenal Lacroix, predicamos el Retiro anual de Obispos francófonos de Canadá. El Cardenal en persona y sin secretario ni chofer fue a recibirnos al aeropuerto de Montreal y hasta cargaba nuestras maletas.

El Cardenal se encargó de comunicar personalmente al Papa Francisco esta experiencia en sinodalidad de un retiro a obispos dado por un laico mexicano.

El tema fue: EL ESPIRITU SANTO, en clima y metodología de Renovación Carismática. La respuesta de los 30 obispos presentes fue maravillosa y abierta. Algunos de ellos pidieron oración personal.

Fue celebrado en la Abadía Cisterciense de María de Nazareth, en absoluto silencio todo el tiempo y la liturgia toda cantada en gregoriano, entrando en una atmosfera de recogimiento y contemplación en territorio de clausura, donde por excepción fuimos admitidos mi esposa Susan y yo. Según rito de religiosos de la Orden, la Eucaristía no era presidida por un obispo sino por uno de los monjes de la comunidad. Solo el Cardenal presidió la Eucaristía de clausura.

Al final, Dios vistió de blanco todo el panorama con una nevada, como símbolo de lo acontecido en este retiro.

 

José H. Prado Flores

 

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