En preparación a la solemnidad de Pentecostés, CHARIS propone una semana de oración para invocar juntos al Espíritu Santo pidiéndole una nueva efusión sobre la Iglesia y el mundo. Sugerimos a quienes participen a esta iniciativa a dedicar al menos 15 minutos de oración personal cada día, en la intimidad de sus hogares o en una capilla, según sus posibilidades, concluyendo la oración con el Veni Creator Spiritus.
Para ayudarles en este camino les proponemos un texto de la Palabra de Dios para meditar cada día con un breve comentario para ayudar a la oración.
Además, les proponemos rezar todos los días de la semana, por la unidad de los cristianos, siguiendo la inspiración que les dé el Espíritu Santo.

Veni Creator Spiritus
Veni, creátor Spíritus,
mentes tuòrum vísita,
imple supérna grátia,
quæ tu creásti péctora.
Qui díceris Paráclitus,
altíssimi donum Dei,
fons vivus, ignis, cáritas,
et spiritális únctio.
Tu septifòrmis múnere,
dígitus patérnæ déxteræ,
tu rite promíssum Patris,
sermóne ditans gúttura.
Accénde lumen sénsibus,
infúnde amórem córdibus,
infírma nostri córporis
virtúte firmans pérpeti.
Hostem repéllas lóngius
pacémque dones prótinus;
ductóre sic te prævio
vitémus omne nóxium.
Per Te sciámus da Patrem
noscámus atque Fílium,
teque utriúsque Spíritum
credámus omni témpore.
Deo Patri sit glória,
et Fílio, qui a mórtuis
surréxit, ac Paráclito,
in sæculórum sæcula.
Amen.
Ven, Espíritu Creador
Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fieles
llena con tu divina gracia,
los corazones que creaste.
Tú, a quien llamamos Paráclito,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre;
Tú, fiel promesa del Padre;
que inspiras nuestras palabras.
Ilumina nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.
Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé nuestro director y nuestro guía,
para que evitemos todo mal.
Por ti conozcamos al Padre,
al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Espíritu,
por los siglos de los siglos
Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos.
Amén
Domingo
16 de mayo
Lunes
17 de mayo
Martes
18 de mayo
Miércoles
19 de mayo
Jueves
20 de mayo
Viernes
21 de mayo
Sábado
22 de mayo
Domingo 16 de mayo
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Hch. 1: 8 y 13-14
“Jesús respondió: Recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra». Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo. Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos”.
Meditación
Jesús promete a sus apóstoles la venida del Espíritu Santo. Esta promesa es también para nosotros. En respuesta a la promesa de Jesús, todos comenzaron a rezar con un solo corazón junto con María. Esta unión de corazones es esencial para la venida del Espíritu Santo. Pidamos al Espíritu Santo que nos dé esta comunión que prepara su venida y démosle también la nuestra disponibilidad para todas las misiones que quiera confiarnos.
Oración personal por la unidad de los cristianos
Lunes 17 de mayo
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Lc 3,16 e 21-22
“Juan les habló a todos: «Yo los bautizo con agua; pero viene Uno que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar la correa de Sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y fuego.
Y aconteció que cuando todo el pueblo era bautizado, Jesús también fue bautizado; y mientras Él oraba, el cielo se abrió, y el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma corporal, como una paloma, y vino una voz del cielo, que decía: «Tú eres Mi Hijo amado, en Ti me he complacido».
Meditación
Jesús es quien bautiza en Espíritu Santo y fuego, porque en él reside la plenitud del Espíritu Santo (cfr. También Lc.1,15 y Lc 4,1). El es el Hijo predilecto del Padre. Pidamos este fuego del Espíritu, este fuego de amor. Estamos preparados para dejarnos arder en este amor y así volvernos hijos amados del Padre y hermanos de Jesús?
Oración personal para la Unidad de los cristianos
Martes 18 de mayo
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Lc 11,9-13
«Así que Yo les digo: pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá. 10 Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.» O supongan que a uno de ustedes que es padre, su hijo le pide pan, ¿acaso le dará una piedra? O si le pide un pescado, ¿acaso le dará una serpiente en lugar del pescado? O si le pide un huevo, ¿acaso le dará un escorpión? Pues si ustedes siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?».
Meditación
Cuando pedimos algo al Espíritu Santo, creemos que nos va a responder? Jesús promete que la oración al Espíritu Santo tiene respuesta siempre si se hace con fe, con un niño pequeño que pide a su Padre, seguro de su amor. Podemos pedir con fe al Espíritu Santo también por los otros, por todos nuestros hermanos cristianos?
Oración personal por la unidad de los cristianos
Miércoles 19 de mayo
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Jn.17,20-23
“Pero no ruego solo por estos, sino también por los que han de creer en Mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como Tú, oh Padre, estás en Mí y Yo en Ti, que también ellos estén en Nosotros, para que el mundo crea que Tú me enviaste.
La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como Nosotros somos uno: Yo en ellos, y Tú en Mí, para que sean perfeccionados en unidad , para que el mundo sepa que Tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a Mí.”
Meditación
San Juan nos revela la intimidad de la oración de Jesús: El suplica al Padre para que todos los que crean en El sean uno, unidos en la misma unidad que existe entre el Padre y el Hijo, unidos en el Espíritu Santo. La perfección de la unidad por la cual Jesús ha orado es un don del Espíritu Santo que podemos pedir con fuerza en estos días. Nuestra oración agradará a Dios porque se unirá a la de su Hijo.
Oración personal por la unidad de los cristianos
Jueves 20 de mayo
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Jn 16,7-8 y 12-15
“Pero Yo les digo la verdad: les conviene que Yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a ustedes; pero si me voy, se lo enviaré.» Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque no creen en Mí; de justicia, porque Yo voy al Padre y ustedes no me verán más; y de juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido juzgado. Aún tengo muchas cosas que decirles, pero ahora no las pueden soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad venga, los guiará a toda la verdad, porque no hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará saber lo que habrá de venir. Él me glorificará, porque tomará de lo Mío y se lo hará saber a ustedes. Todo lo que tiene el Padre es Mío; por eso dije que Él toma de lo Mío y se lo hará saber a ustedes”
Meditación
El Espíritu Santo es el Espíritu de la verdad. El dice la verdad sobre nuestro pecado, no para condenarnos, sino para alentarnos a confiar en la infinita misericordia del Padre. No tengamos medo de su luz: dejémonos conducir por El, y El nos revelará el misterio del amor infinito de Dios por cada uno de nosotros y también por cada uno de nuestros hermanos.
Oración personal por la unidad de los cristianos
Viernes 21 de mayo
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Jn 3,5-8
“Jesús respondió: «En verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te asombres de que te haya dicho: “Tienen que nacer de nuevo”. El viento sopla por donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.»”
Meditación
Jesús nos propone nacer de nuevo, nacer de lo alto. Recibir el Espíritu Santo como un nuevo nacimiento implica la conversión de nuestro corazón. Pidamos al Espíritu Santo que nos muestre los momentos de nuestra vida que necesitan conversión. Aceptemos entrar en une nueva vida, la vida del Espíritu Santo.
Oración personal por la unidad de los cristianos
Sábado 22 de mayo
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Lc 4,16-19
“Jesús llegó a Nazaret, donde había sido criado, y según Su costumbre, entró en la sinagoga el día de reposo, y se levantó a leer. Le dieron el libro del profeta Isaías, y abriendo el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
«El Espíritu del Señor está sobre Mí, porque me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres. Me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos, y la recuperación de la vista a los ciegos; Para poner en libertad a los oprimidos; Para proclamar el año favorable del Señor.»”
Meditación
Jesús, el Cristo, es quien tiene la plenitud del Espíritu Santo. El nos indica el camino a seguir si también nosotros queremos ser colmados de Espíritu Santo: estamos listos para ser enviados a predicar, a ponernos al servicio de los pobres, de los presos, de los excluidos, de los oprimidos? Pidamos al Señor que este Pentecostés sea la oportunidad para que los cristianos nos pongamos juntos a disposición del Espíritu Santo al servicio de nuestros hermanos.
Oración personal por la unidad de los cristianos
Veni Creator Spiritus
Veni, creátor Spíritus,
mentes tuòrum vísita,
imple supérna grátia,
quæ tu creásti péctora.
Qui díceris Paráclitus,
altíssimi donum Dei,
fons vivus, ignis, cáritas,
et spiritális únctio.
Tu septifòrmis múnere,
dígitus patérnæ déxteræ,
tu rite promíssum Patris,
sermóne ditans gúttura.
Accénde lumen sénsibus,
infúnde amórem córdibus,
infírma nostri córporis
virtúte firmans pérpeti.
Hostem repéllas lóngius
pacémque dones prótinus;
ductóre sic te prævio
vitémus omne nóxium.
Per Te sciámus da Patrem
noscámus atque Fílium,
teque utriúsque Spíritum
credámus omni témpore.
Deo Patri sit glória,
et Fílio, qui a mórtuis
surréxit, ac Paráclito,
in sæculórum sæcula.
Amen.
Ven, Espíritu Creador
Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fieles
llena con tu divina gracia,
los corazones que creaste.
Tú, a quien llamamos Paráclito,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre;
Tú, fiel promesa del Padre;
que inspiras nuestras palabras.
Ilumina nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.
Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé nuestro director y nuestro guía,
para que evitemos todo mal.
Por ti conozcamos al Padre,
al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Espíritu,
por los siglos de los siglos
Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos.
Amén